viernes, 22 de noviembre de 2013

Ulises Francisco Espaillat

Nació en Santiago de los Caballeros el 9 de febrero de 1823. Fueron sus padres Pedro Ramón Espaillat y María Petronila Quiñones. Casó con su prima hermana Eloisa Espaillat con quien procreó seis hijos.

Hombre culto y de vigorosas convicciones, madurez de criterio y profundidad de pensamiento, desde muy joven fue reclamado por la sociedad para el desempeño de cargos públicos de responsabilidad.

Fue miembro del Senado y de la Cámara de Representantes, Interventor de Aduanas de Puerto Plata, miembro de la Diputación provincial de Santiago, comisionado del Gobierno en esa ciudad y en las provincias del noroeste del país. Se desempeñó en diferentes ocasiones como miembro del Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros y fue miembro de la Asamblea Constituyente que se reuniera en Moca entre los años 1857-1858, además participó como miembro de la Sociedad de Fomento de Santiago

Trabajó arduamente por el progreso de su pueblo y convencido de que para el éxito en el área agrícola es indispensable una buena comunicación, abrió un nuevo camino entre Santiago y Puerto Plata.

En el campo político se opuso ardientemente a la anexión del país a España y, acusado por sospecha de complicidad con el movimiento de Restauración fue condenado a diez años de expatriación. Indultado más tarde, regresa al país en 1863.

Fungió como Vicepresidente de la República en 1864. Hombre de posiciones firmes y decididas fue perseguido y encarcelado en varias oportunidades y, decepcionado, decide retirarse de la vida política pero, un hombre de valores como éste no se deja ir mansamente y es requerido nuevamente por sus conciudadanos. En el año de 1876 fue elegido Presidente de la República por abrumadora mayoría de votos y, como tal, suprimió las regalías y dádivas que por costumbre y en inmoral acción, entregaban los presidentes a aquellos jefes y oficiales que habían colaborado en su ascenso al poder.

La moralidad y honradez de este ilustre hombre fueron ejemplos mientras duró su presidencia. Fue depuesto, en gran parte debido a la supresión de las gratificaciones mencionadas y al abandonar la presidencia dijo: “Yo creí de buena fe que lo que más aquejaba a la sociedad de mi país era la sed sumamente moral y regeneradora; pero otra sed aún más terrible la devora: la sed de oro.”

Como escritor de amena y conceptuosa prosa nos dejó su interesante obra “Escritos de Espaillat”, una serie de documentos, cartas y artículos que se editó como iniciativa de la Sociedad “Amantes de la Luz” de Santiago de los Caballeros.

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